viernes, 1 de febrero de 2013

200 coches afectados por emisiones de una empresa acerera

El pasado 18 de enero entró en funcionamiento uno de los hornos de la factoría siderúrgica Arcelor-Mittal, situada en Veriña, después de siete meses parado. Sin embargo, lo que se esperaba que contribuyese a la reactivación de la industria asturiana, según recogía El Comercio el 16 de enero, se convirtió en un incidente bastante serio que pilló por sorpresa a la empresa y provocó la indignación de muchos vecinos de barrios próximos en un radio de unos cinco kilómetros del Alto Horno, al emitir partículas corrosivas que, arrastradas por la intensa lluvia de esos días, terminó afectando a la carrocería y cristales de dos centenares de vehículos, incluido el de un servidor, además de daños en terrazas, persianas, farolas, señales de tráfico y algunas ventanas de pisos. Así lo recogía El Comercio el 29 de enero.



El Comercio fue de hecho el primer medio en hacerse eco de la noticia diez días después del suceso y gracias a la cual muchos vecinos pudimos enterarnos de lo ocurrido tras comprobar el estado de nuestros vehículos. Si no es por esta noticia, muchos seguramente habríamos tardado mucho más en darnos cuenta. Y seguramente habrá quien no se haya percatado todavía.Los daños consisten en que las superficies afectadas quedan cubiertas de un salpicado de pequeñas motas de color marrón, como virutas de óxido, adheridas a la superficie, y que no se van mediante lavado. Con la uña puedes arrancar la parte más superficial, pero queda otra parte incrustada a mayor profundidad imposible de eliminar.

Si algún lector es también un damnificado, resumo a continuación el procedimiento a realizar en el orden correcto a fin de que no le hagan dar vueltas de un sitio para otro. En primer lugar hay que acudir a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, situada en la Plaza Padre Máximo González, a formalizar una denuncia. Para ello, hay que acudir con el vehículo afectado. Allí, el CNP le hará unas fotografías en el exterior y después, en la Oficina de Denuncias se podrá formalizar la declaración. Los únicos datos necesarios para ello son los del DNI y el nombre de la entidad aseguradora del vehículo. Habrá 3 copias de la declaración. El CNP se queda con dos y la otra es para el damnificado. Cabe señalar, como nos informaron en la propia comisaría, que en realidad no es su obligación atender este tipo de denuncias, ya que no es un hecho de tipo penal, sino que debería gestionarlo todo la propia compañía aseguradora, pero al parecer, las compañías de seguros han estado enviando a los damnificados directamente a la Policía, la cual está haciéndose cargo generosamente. Es de agradecer.

A continuación, una vez hechas la denuncia y las fotografías, hay que acudir a la factoría Arcelor-Mittal, en Veriña, donde el vigilante de seguridad del control entregará una hoja de declaración interna para rellenar. De esa declaración hay que tener 3 copias en total. Una es para Arcelor, otra para el seguro y otra para el damnificado.


Según el propio vigilante de seguridad, la empresa está dando la cara y aceptando sin reservas todas las declaraciones. Ha explicado que ellos mismos han comprobado que la sustancia en cuestión no es de las más corrosivas, por lo que puede arreglarse. Parece que se hacen responsables, pero hasta estar completamente seguros, que a nadie se le ocurra quitar la denuncia. Entregada la copia correspondiente a la empresa acerera, hay que acudir a la entidad aseguradora a llevar todos los papeles para que hagan los trámites pertinentes y soliciten el peritaje de los daños del vehículo.

Y hasta ahí he llegado de momento. Conforme vaya sabiendo más iré informando.

Actualización (25/02/13):

La entidad aseguradora envía un perito al taller en el cual el cliente desee realizar la reparación del vehículo. Si el vehículo está asegurado contra terceros, el cliente deberá adelantar todo el coste de la reparación, si desea arreglarlo inmediatamente, o abonaría solo una parte si posee una franquicia. Desde el taller recomiendan no esperar demasiado por si acaso las partículas incrustadas llegan a poner en peligro la chapa. A mí la reparación me subió a unos 500 euros. El tratamiento no es invasivo, cubren el vehículo con una especie de espuma plástica y en el frotado las partículas quedan adheridas a este producto sin dañar la pintura. Salen sin mayor problema. Después hay que aplicar nuevamente una capa de barniz para que el acabado del coche recupere su brillo original, y probablemente sustituir las escobillas limpiaparabrisas. En principio eso debería ser todo. Luego se lleva la factura al seguro para que reclamen esa cantidad a la fábrica. Y paciencia, porque irá para largo.

Al parecer, la fábrica se está poniendo en contacto con los vehículos afectados a través de su propio seguro para proceder al peritaje de los mismos, en el caso de que no lo hayan hecho todavía por sus propios medios (a través del seguro de los afectados). Hoy mismo me han llamado a mí. Naturalmente, al estar el coche ya arreglado no tiene sentido seguir ese procedimiento y ya es cosa de que el seguro se entienda con la fábrica, pero quizá es una buena señal el comprobar que la fábrica responde poniendo a disposición de los afectados sus propios cauces legales de procedimiento.

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