miércoles, 21 de agosto de 2013

Piel de gallina.


Así es como se me ha puesto la piel al leer el post que una gijonesa residente en Cambridge ha escrito para la sección "Locos por Gijón" del blog de turismo de Gijón.
Esta chica se llama Ana Obaya, y me ha emocionado. El cariño con el que habla y describe nuestra ciudad es precioso, muy dulce.
Aquí os dejo su post.

Una ciudad para conocer... y quedarse.
Ya de jovencita, di señales de ser un “culu inquietu”. Mis abuelos regentaban el kiosquín de la estación del Norte y a mi me fascinaba pasar la tarde allí, observando a los viajeros, que iban y venían:¡esa gente afortunada! con sus maletas y me preguntaba a dónde iban y por qué.
Me fui a los 18 años, y ya no volví, he vivido en varias ciudades y países y ahora estoy en un pueblecito en el condado de Cambridge. No sé cuanto viviré aquí , ni cual será el siguiente lugar en el mundo , pero si sé que donde quiero volver para quedarme: Gijón.
Los recuerdos:
De niña, privilegiada sin saberlo : los veranos de playa, de aventuras en el “pedreru” del Rinconín, , los inviernos de paseos por el Muro, por el Muelle, los juegos en el parque Isabel la católica, las tardes de merendereros, las excursiones a la montaña , “ en el patio trasero “.
De adolescente: los paseos comiendo pipas por el Cerro de Santa Catalina, y el Parque de Begoña, patinando por el muro, las aventuras en la Semana Grande, las fiestas “de prau”, las romerías, la Semana Negra. Los conciertos en la plaza de toros.
De adulta, los espectáculos en el Jovellanos, en la Antigua Universidad Laboral, los mercados, los festivales, las tiendas elegantes del centro, las tiendas entrañables de los barrios, donde aún se detienen a preguntarte cómo te va la vida. Donde aún me reconocen como la “nieta de la chucha”.
Todos esos lugares de mis recuerdos, no solo aún están ahí, si no que han mejorado y se han multiplicado a tal escala , que uno no puede menos que enamorarse de Gijón: Más playas, más parques, paseos que llegan hasta el infinito, más ofertas culturales, más música, deporte y actividades para todos.
Un clima amable, una gastronomía de “chuparse los dedos”, por no mencionar las pastelerías (nada parecido en ningún sitio de los que he vivido). Rincones para los que quieren tranquilidad y para los que quieren fiesta. Lugares para sentarse a leer un libro. Lugares para pensar y ver pasar la vida. Lugares para reír y bailar. Siempre en esta posición única entre el mar que limpia el aire y el alma, y la montaña, aún salvaje, aún sin estropear, tan cerca.
Lugares para disfrutar de la vida sin prisa. Pasear sin objetivo, solo por el placer de pasear ( cosas que como he aprendido, no es muy habitual en el extranjero).
Un lugar, donde el hablar tiene un encanto especial , una dulzura sin saberlo, donde todo es “grandón” o pequeñín”. Donde en una tienda al pagar no te dicen :”firme aquí”, sino: “échame una firmina”. Un lugar de gente amable y acogedora, donde si preguntas por una dirección, no te indican, si no que te llevan.
Todo eso es Gijon, una ciudad para conocer y … un lugar para quedarse.


Gracias Ana Obaya ;)

Nos leemos ;)

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