La Navidad es una época del año que puede generar muy diversos y dispares sentimientos, desde la tristeza hasta la alegría y la ilusión, todo depende de las circunstancias personales de cada uno.
Este año, algo que a mí me ha alegrado y me ha generado una sonrisa cada vez que lo he visto, ha sido el alumbrado navideño de Gijón. Me ha encantado, creo que con sus colores y diversas formas han dado, por unas horas, vida a las calles, que se agradece en esta época tan difícil que nos está tocando vivir.
La empresa responsable del alumbrado navideño de Gijón, desde hace dos años es la misma: www.germanvizcaino.com, y cada año, durante el tiempo que dure el contrato con el Ayuntamiento, irán cambiando el 25% de las luces. Por ejemplo, las novedades más notables de este año fueron: el gran Papá Noel [desde lejos mi preferido, tan redondito, tan grandote, yo pediría que no lo quitaran jamás ;)], los tres Reyes Magos para sacarse fotos con ellos y el gran árbol de Navidad.
No me quería despedir, sin antes hacer mención a la bonita cabalgata de Reyes que el día 5 tuvo lugar por las calles de la ciudad. Para mí, ver la ilusión de los niños, sus nervios y sus gritos al paso de sus Majestades no tiene precio, me evoca recuerdos muy bonitos de mi infancia, esa incertidumbre de cuáles serían los regalos que íbamos a recibir, si recibiríamos carbón o no... :P Aquí os dejo unas fotos del discurso que sus Majestades dieron desde el balcón del ayuntamiento para todos los niños gijoneses.
Nos leemos ;)
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